Cage: Tan Lejano y Tan Cercano
Entrevista a Esther Ferrer
Xavier Canals
Escuela Oficial de Artes Plásticas y Diseño de
Barcelona
Carlota Caulfield quiere que le escriba desde aquí
acerca de John Cage, argumenta que desde lejos, la visión
es más ponderada, más inédita y más
esencial. Obnubilado le respondo que también puede ser
más nebulosa, extraña y desproporcionada. Para
mí, como poeta visual, Dick
Higgins, el artista fluxus, uno de los múltiples discípulos
de Cage, es un personaje indispensable en mi background cultural,
en cambio me doy cuenta de que en su país, Estados Unidos,
la valoración que se hace de él es muy deficiente.
Creo, ya desde hace muchos años[1] que la referencia a
Cage es ineludible para progresar creativamente en casi cualquier
dirección. No importa si "los viejos europeos",
sabíamos que ya desde los antiguos cánones enigmáticos,
en el renacimiento y en el barroco, como los emblemas del castellano
Juan del Vado en "El Peregrino", las partituras se
podían empezar aleatoriamente por cualquier sitio; era
necesario que alguien nos recordase los caminos abiertos de la
creatividad. Los "viejos europeos" también habíamos
olvidado la gran lección de las vanguardias históricas.
Dada eclipsado en la dinámica de las modas por el primeramente
contestatario y después asimilado surrealismo.
"Los jóvenes americanos". . . conocí
a John Cage en un concierto (¿Y/o desconcierto?) suyo
en la iglesia barroca del pueblo duchampiano de Cadaqués,
hace 18 años, y me pareció una de las personas
más jóvenes de espíritu que existían,
a pesar de su edad bastante avanzada. Mientras los espectadores
iban abandonando la iglesia, poco después de haber empezado
el concierto, seguramente incapaces de asimilar un cambio en
la extremadamente monótona pauta musical a la que estaban
acostumbrados, y que Cage siempre había criticado, [de
hecho los conciertos en Cadaqués continuaron después
de la fugaz experiencia de Cage en su tónica canónicamente
represiva] y después de disfrutar alegremente con él
de aquel piano "modificado" que emitía unos
sonidos audibles pero inauditos, pensé que la incomprensión
de los reaccionarios de siempre no me sorprendía, pero
lo que realmente me inquietó fué posteriormente
saber que mi admiradísimo amigo poeta visual, Joan
Brossa veía a Cage como un inmaduro. Esta es en una
de las poquísimas cosas en que no coincidíamos.
Es curioso, a veces aquellos que más deberían sintonizar
se repelen, quizás por su extrema proximidad. Precisamente
Brossa, que según Arnau Puig, su compañero de la
revista Dau al Set, era calificado de deficiente por su
família, Brossa tan marginado por la "culturilla",
"se distanciaba poco de Wagner" según J.M. Berenguer
de la Orquesta del Caos, y la música contemporánea
--a pesar de sus trabajos en colaboración con J. Mestres
Quadreny-- era para él un terreno nada agradable. Desde
aquí (los Países Catalanes) igual que desde allá
(U.S.A.), Cage se ve de maneras paradójicamente muy diversas.
Caulfield me pide que haga una encuesta y los presuntos encuestables
se entusiasman y cada uno hace sus reflexiones, cosa que me tranquiliza.
Cage, tan ágil, aún pesa mucho. Extremadamente
satisfecho de las respuestas del conjunto de personajes tan interesantes
como los grandes poetas: Antoni Clapés y Carles Hac Mor,
y el fantástico pintor Benet Rossell, sólo necesito
como resto disparejo de lo que tendría que haber sido
una "encuesta" (Cage rompe todos los moldes, ¿Incluso
los de las encuestas?), añadir unas breves reflexiones
que la fascinante performer del grupo Zaj, Esther Ferrer tuvo
la amabilidad de ofrecerme después de una actuación
en el Metrònom de Barcelona, en octubre de 1999.
Esther
Ferrer, compañera del músico Tom Johnson (U.S.A.)
y componente del grupo Zaj, formado por Juan Hidalgo y Walter
Marchetti, es una de las personas que ha transmitido con mayor
pasión la sensibilidad de Cage tanto a nivel escrito como
a nivel performático.
Xavier Canals: ¿Cuándo contactas por
primera vez directamente con John Cage?
Esther Ferrer: El grupo Zaj ofreció un concierto
en 1972 en el encuentro en Pamplona, y al año siguiente
John Cage organizó un ciclo de acciones de este grupo
en los E.E.U.U., una de ellas concretamente en el Mills College,
un par se realizaron en el estudio de Merce Cunningham. Para
Cage: "Zaj es más NO que el NO (teatro "NO"
japonés)".
Xavier Canals: Quizás lo más interesante
sería hablar de CAGE HOY, qué lo hace tan vigente.
Lo importante es no poner límites.
Esther Ferrer: Sí. Lo principal de Cage es el
habernos enseñado a escuchar, podríamos resumirlo
en la expresión: "AGRANDAR LAS OREJAS".
Xavier Canals: Sí. Recuerdo con emoción
un artículo tuyo[2] donde citabas su voluntad de
salirse de las restricciones de la música clásica
con el exclusivismo de la interpretación perpetua, de
una música de solo unos determinados siglos, con unos
instrumentos también de una época muy concreta
más reciente, pero con un desfase cronológico.
Cage, decías, nos hace valorar los residuos sonoros que
nos envuelven.
Esther Ferrer: Sí. Cage seguía las enseñanzas
de Thoreau, un gran filósofo norteamericano que decía:
"La música es amor", "La música
es como las burbujas sobre la superfície del silencio"
. "NO HAY CENTRO". Y compara el escuchar 3 veces al
amor. También Fischer es una referencia obligada: "El
sonido es el alma de los objetos y basta con tocarla suavemente
para que esta alma se manifieste".
Recientemente he estado con mi marido en un congreso musical
en Viena, y había un músico muy actual con una
música muy sutil parecida a los sonidos residuales , su
nombre es Sciarino. Pues bien, creo que no hubiera podido apreciarlo
sin las enseñanzas de Cage. La revelación de Cage
es "NO PONER LÍMITES", la no obstrucción.
N O T A S:
[1] Canals, Xavier. Catálogo de la exposición
"Poesia Visual-Música". Fundació Joan
Miró. Barcelona, octubre 1982.
[2] Ferrer, Esther. El taller estudio de John Cage.
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