CARLES HAC MOR:
EL DESORDEN COMO LÓGICA
Antoni Clapés
Poeta. Editor de Café Central .
Barcelona
Se trata de no consolidar nada. Y, tal vez ni de eso.
Se trata de nada.
C.H.M.
Cual beato Llull, que en su empecinamiento por hallar las claves de
la lógica de lo irracional rozó aspectos de la locura (que,
acaso, indicaban el asentamiento de otra cordura), el escritor Carles Hac
Mor (Lleida, 1940) hace lo propio pero sin pretender más que la
ruptura con la racionalidad imperante. O, para decirlo de una forma sencilla:
fracturar el aparente equilibrio en el que se situan todas las cosas en
este ordenado, encasillado mundo para desplegar una lógica de perverso
y constante jaleo: nada es estable, ni fijo; nada es suficientemente caótico;
todo debe ser visto y dicho con el máximo de ironía y falta
de seriedad posibles; todo es relativo: no hay que señalar diferencias
entre una convicción y su opuesta: cada una de ellas tiene un reverso
que coincide, justamente, con el anverso de la opuesta. Se trata, en definitiva,
de decir (ni que sea) alguna cosa, de "no consolidar nada": la
provisionalidad, la no-intencionalidad, la improvisación, la desmesura,
el desorden, la militancia nihilista son parámetros en los que (nosotros)
decimos que se mueven las prácticas del escritor. Alguno de estos
aspectos le acercan, sin duda alguna, a Cage.
Subvertidor de valores y de poéticas, Hac Mor ha devenido el
antilíder de heterodoxias, de proyectos (efímeros) que se
situan en el territorio de lo fronterizo, de prácticas extremas
que los bienpensantes de turno (y él mismo, pero en un sentido diametralmente
opuesto) no dudan en calificar como faltos de sentido.
Una militancia nihilista que, en definitiva, le ha llevado hacia un
cierto auto-exilio, hacia los palacios de la marginalidad. Lejos de los
honores que una obra de sus dimensiones y de su calidad intrínseca
merecen, la sombra del desprecio (disfrazado de sintomático silencio)
planea sobre él, haciendo patente la miopía, la falta de
compromiso, la cicatería que caracteriza el stablishment de la cultura
catalana: ningún riesgo, ninguna sorpresa, ninguna ambición.
Siempre los mismos nombres, la misma obra: un modelo probado y eficaz,
repetido hasta la saciedad bajo disfraces diversos. Todo controlado.
Desde hace treinta años, este escritor se ha situado al frente
de todo lo que significaba compromiso con las prácticas artísticas
y literarias alternativas, con las ediciones independientes. Con un "hacer"
diferente. Así, lo hallamos formando parte del "Grup de Treball"
(Grupo de Trabajo) de gran incidencia en los tiempos del arte conceptual,
o dinamizando revistas como Textual , Tectual , L'avioneta
, S'espardell , de clara vinculación rupturista, o dirigiendo
proyectos tan tumultuosos como efímeros e inmateriales como la "Revista
parlada" (revista hablada) o la "Revista caminada". Asimismo,
junto con Ester Xargay, organizando incontables acciones vinculadas al
performance art, en Barcelona, Lleida, Paris o Madrid.
Autor de más de veinte libros, algunos de ellos publicados en
ediciones regulares, la obra de Hac Mor ha desarrollado su propio lenguaje
en el que participa lo barroco, lo arcaico, las formas dialectales, las
invenciones, los "préstamos", el automatismo desautomatizado.
Así, en S'ha rebentat l'hospici (El hospicio ha reventado)
(1992), libro que recoge gran parte de su obra anterior dispersa en centenares
de publicaciones marginales, leemos en el primer poema, a modo de poética:
"AHORA QUE DOS Y DOS ya no serán cuatro
y que sentido común os empezará a fallar,
entreveréis, pandilla de soberbios letrados,
a un ser humano en proceso de transformación a perro, al poeta:
veréis volteretas y equi-
librios con el hilo del discurso;
también veréis la espuma
de las olas que -produciéndose una
a otra y otra a una- conforman
LA POESIA, es decir
una peste, un flagelo con una tradición
inmemorial
de perverso jaleo".
En La fi del món (El fin del mundo) más que la
voluntad de escribir una novela es la quimera de ser un texto total. O
mejor, una antinovela, un caos total, absoluto, un laberinto textual. Pero
aza cualquier ismo (especialmente el vanguardismo)
evita la comprensión intelectual de su obra
es humor y chanza continua
es antidogma (o ni eso)
no pretende ninguna motivación ni alcanzar ningún objetivo
es desmesura
es desorden
es desordenado desorden
es desescritura
es perversa broma
es antimetáfora
es paradoja
no hace una obra sino que ésta se produce
BIBLIOGRAFIA DE LOS ÚLTIMOS LIBROS EDITADOS POR CARLES HAC MOR
Noséquè (Ed. Cafè Central. Barcelona, 1990)
S'ha rebentat l'hospici (Ed. Cafè Central. Barcelona,
1992). Poesía
Un pedrís de mil estones (con Ester Xargay) (Ed. El Mèdol.
Tarragona, 1992). Narrativa.
Òrsides i fems (Ed. Cafè Central. 1993). Poesía.
La fi del món (Ed. Empúries. Barcelona, 1994).
Poesía.
El desvari de la raó (Ed. Empúries. 1995). Novela.
Mot a mot (balada paraparèmica) (La cèl.lula, editora
independent. Barcelona, 1997). Poesía.
Epítom infra nu o no (Ombres i poemes de Marcel Duchamp)
(con Ester Xargay) (Pagès editors. Lledia, 1998). Poesía.
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